Historia de las flores de Bach y filosofía

El médico Edward Bach, nace en el año 1886 en Moseley, Birminghan, Inglaterra.

Perteneciente a familia galesa, hereda de ella el amor por la naturaleza y la integración del cuerpo y espíritu.

Inició sus estudios de medicina en Universidad de Birminghan y finaliza en 1912, especializándose en bactereología e inmunología, siempre manteniendo su propósito de encontrar en la naturaleza, la curación de la enfermedad, de ahí su acercamiento inicial a la homeopatía.

En su práctica médica comienza a observar que la personalidad y la actitud de los pacientes influía mucho más en los proceso de recuperación de la enfermedad que la medicina misma. Una actitud positiva de enfrentamiento a la enfermedad era mucho mejor predictor en la recuperación, en contraposición de una actitud negativa. Empezó entonces a observar y analizar las personalidades de los pacientes, las que eran similares en otros pacientes con la misma enfermedad. Fue ahí como se fue gestando la idea de buscar un remedio para cada tipo de personalidad.

Desde ahí el doctor Bach, concibe a la enfermedad como resultado de un desequilibrio emocional, mental o espiritual. La enfermedad como manifestación última de un largo estado de disarmonía, de desconexión entre emoción, mente y cuerpo, es decir, entre lo que sentimos, pensamos y hacemos.

La salud, por lo tanto, sería el estado de armonía de estos tres aspectos.
En 1930, cierra su consultorio y abre su laboratorio para explorar métodos curativos a partir de la observación de la naturaleza. Fue así que una mañana mientras caminaba un campo cubierto de rocío generó la hipótesis de que cada gota de rocío calentada por el sol adquiría las propiedades curativas de la planta y del lugar en que se encontraba. Fue así que desarrolló un método de preparación de los remedios, basado en el método solar y usando agua pura, creando así el sistema de sanación de flores de Bach.
En 1931 se publica su libro " Cúrese usted mismo", donde desarrolla su idea de que la enfermedad es producto de estar en disarmonía con el "propósito espiritual". 
Continúa estudiando más remedios, trata con éxito a sus pacientes, realiza conferencia y prepara a sus asistentes. 
En 1936 muere mientras dormía, satisfecho de haber completado su misión. Entregó la responsabilidad de continuar su labor a sus amigos, colegas y asistentes. También pidió que en su hogar quedara la fuente de sus hallazgos, el centro Mount Vermon. Hasta la fecha se siguen preparando las esencias, según sus indicaciones.

La filosofía que sustenta la investigación sobre las flores de Bach, se basa en la idea de que para corregir una enfermedad física, es necesario corregir los problemas mentales y emocionales del paciente. Creía que al corregir éstos problemas, los problemas físicos pueden resolverse más fácil y rápidamente y sin riesgo de que vuelva a presentarse nuevamente. A pesar de énfasis que se da a las flores para tratar problemas emocionales,es necesario no olvidar la gran utilidad de las flores de Bach para curan dolencias físicas.
Para Bach, las enfermedades del cuerpo son síntomas. Pensaba que "...nuestros temores, aprensiones, ansiedades y demás son los que abren la puerta a la invasión de la enfermedad". Esto es porque el estado anímico esta directamente relacionado con el sistema inmunitario de nuestro cuerpo. 
La fórmula es sencilla: A más alto ánimo, más fuerte es el sistema inmunitario, fuerte resistencia a enfermedades, infecciones, etcétera. Bajo ánimo, débil sistema inmunitario. 
Por lo tanto, personas felices, plenas y en armonía, gozan de mejor salud física, padecen menos enfermedades, virus, alergias. Personas más deprimidas, negativas, pesimistas, en disarmonía, más propensas a enfermedades, otras, definitivamente enfermas. 

La emoción manda a la mente y la mente al cuerpo.
Si la emoción es positiva y placentera, hará que la mente emita pensamientos positivos, lo que se traducirá en un cuerpo sano. Y al revés.
Se ha comprobado científicamente el poder de los pensamientos y su capacidad de modificación estructural ( Ver experimentos de Masaru Emoto).

Es por eso que se considera aquí, la enfermedad como una oportunidad para corregir los defectos, la actitud equivocada. No como una desgracia o un castigo.

El doctor Bach, habla de los defectos para referirse a esa actitud equivocada y de virtud, a la lección por aprender, la actitud correcta a desarrollar. La virtud aloja en las esencias florales y al tomarlas vamos corrigiendo los defectos.