Las flores de Bach tienen por objetivo equilibrar, armonizar estados emocionales actuando sutilmente a nivel energético sobre la persona, siendo el cuerpo energético el receptor y éste influye en el cuerpo emocional de la persona.
La mayoría de las personas que consultan e inician procesos psicoterapéuticos podrían vivenciar estados emocionales de confusión, depresión, ansiedad, impulsividad, ira, ánimo inestable, entre otros estados que nos producen malestar, pues la mayoría de las personas consultan cuando se sienten mal, cuando creen que algo no anda bien, no al contrario. Frente a esta serie de manifestaciones (síntomas) emocionales, las flores de Bach aparecen como un benévolo y excelente complemento, ya que logran dar serenidad y mayor estabilidad para iniciar procesos de diálogos reflexivos de más largo aliento, problematizando otros temas no vistos en el estado de descontrol emocional con el que acuden a la primera sesión.
Debido a esto es que la atención psicológica y la terapia floral, se complementan y potencian, sobre todo en el progreso y rápido efecto en la mejora de los síntomas emocionales que están causando malestar o sufrimiento psicológico. He visto en mi experiencia, la rápida recuperación del equilibrio y bienestar emocional en personas con depresión severa, estrés post traumático, estados ansiosos, crisis de pánico y de angustia y estados de insomnio. Una vez alcanzado un equilibrio, o a lo menos una sensación de leve mejoría, las personas están más preparadas y mejor dispuestas para iniciar procesos psicoterapéuticos.
Mariela Unda A.
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