La sexualidad como parte vital del desarrollo humano es un aspecto que debiéramos tratar desde la más temprana infancia, según creo.
Y no sólo por la creciente visibilización de casos de abuso infantil que en los últimos tiempos colman diarios y noticieros. Abordar la sexualidad no solamente por esta razón, para proteger a nuestros niños y niñas de posibles situaciones de abuso sexual.
Abordar la sexualidad porque es parte de nuestra naturaleza de seres sexuados. Sexualidad que parte desde el nacimiento y la lactancia. Ambos, acto y comportamiento sexual diseñados para conservar la especie y asegurar nuestra permanencia en este universo.
Los niños y niñas desde muy pequeños la expresan de la manera más natural e instintiva, cuando aprender a succionar de la teta de la mamá y tocan sus pechos, torso y cuerpo proporcionándoles el más puro placer con ese contacto físico, que antes en el útero estuvo garantizado por 9 meses. Y a medida que van creciendo la siguen manifestándola a través del reconocimiento de su propio cuerpo y el de sus padres, la curiosidad innata que les surge, la autoexploración y la preguntas que hacen cuando ya dominan un lenguaje verbal para comunicarlas.
Hablar de sexualidad infantil y la adulta, hay una gran diferencia. La sexualidad adulta se construye a partir de modelos socio culturales, religiosos, históricos. La sexualidad infantil es puro instinto y curiosidad innata de su naturaleza. Y nosotras/os la vamos modelando(formando) según nuestras ideas, modelos de sexualidad y significación del propio cuerpo. De ahí la importancia de respetarlo desde los primeros años, desde la muda del pañal al bebé, los besos y abrazos que da los adultos para satisfacer su propia necesidad de mostrar afecto, afecto que a veces al niño o niña le incomoda e incluso causa displacer que manifiestan con llanto y con la negación de darlos, cuando son más grandecitos . Por eso, es fundamental, no obligarlos a saludar, besar o abrazar por norma social de cordialidad, ni abuelos/as, tíos/as u otros.
Los padres y madres estamos capacitados para enseñarles sobre la sexualidad a nuestros hijos/as, no hay que ser expertos sexólogos ni profesores.
Lo importante es ser consciente cómo nosotros como adultos/as abordamos la sexualidad y cómo la concebimos, desde el pudor, el temor, el rechazo, el pecado, entre otros...o como un acto totalmente natural y presente en nuestras vidas.
Haciéndome consciente yo también de esta situación, es que diseño, difundo y ofrezco un TALLER DE SEXUALIDAD Y AUTOCUIDADO PARA NIÑOS Y NIÑAS (a partir desde los 4 años, según su desarrollo), para apoyar y orientar a madres y padres que desean integrar la sexualidad como un aspecto fundamental en el desarrollo de sus hijos/as.
Si el niño y la niña aprenden esto desde pequeños, será el mejor antídoto para el depredador que quiera someter la voluntad de nuestros niños/as y con esto, me refiero no sólo a un sometimiento del tipo sexual, sino al físico, al emocional, al psicológico...
En otro artículo me referiré más a esto último.
Agradezco un montón sus comentarios
Saludos Mamíferos!
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